lunes, 22 de junio de 2009

UN ATARDECER Y AMANECER DE LA VIDA


Vivir el día a día, es lo que se escucha a menudo hablar entre aquel grupo de personas, así es, vivir satisfactoriamente cada momento y disfrutarla plenamente, esa es la consigna, ese es el reto, pero ¿Cuántos lo logran? ¿Cuántos disfrutan de la vida plenamente? ¿Cuántos son felices a cada instante? Las preguntas están ahí, las respuestas surgen a plenitud, tan solo con una reflexión de cada uno, eso ira aflorando lentamente en la memoria de nosotros, en mi memoria, y con una imagen revivirá nuestros días, aquellos días en las cuales nos sentimos perdidos en el tiempo, en las cuales nos aferramos a una pizca de esperanza, en las cuales solo vemos atardeceres grises, en el momento en el que caminamos por aquellas calles solitarias, en donde solo tienes la compañía de tu sombra, y el saludo de esas ráfagas de vientos que corren a mil por hora, caminando y pensando en llegar a tu destino, pero ¿Cuál es tu destino? ¿Adonde quieres llegar? ¿A dónde iras? A donde el camino me lleve seria la respuesta genial, hasta donde sea el fin de ese camino interminable, y seguir caminando, pensando en el pasado que te retumba a cada instante, recordando aquellas lagrimas bajo el brillo de la luna llena que sigues derramando, recordando aquel niño que juega con su sombra y ve como el alma se desprende del cuerpo, bajo esa mirada vacía y triste que nos delata, en fin esta pena será eternamente larga…Y así irán pasando los días, cada atardecer y amanecer de la misma manera, cada tarde cuando se oculta el sol y empieza la noche siendo amante de mi soledad y la oscuridad, cuando en un momento de incertidumbre te hechas en tu cama y bajo la almohada se deslizan gritos de desesperación, gritos que solo ellos las pueden oír, que solo ellos las pueden calmar, y así entre gritos y almohadas se va pasando la noche, en el momento en el que cierras los ojos y decides olvidar todo y que el amanecer llegara pronto, pero ¿Cuál es la diferencia? Pues no, no hay mucha diferencia, al abrir nuevamente tus ojos, veras la misma realidad, y reflejándote en el espejo veras que todo sigue así, que nada cambiara de la noche a la mañana, que tu destino esta hecho para ello, todo tiempo pasado fue mejor dicen, ¿Será cierto eso? Puede ser que si, sin embargo al volver el tiempo atrás es mas de lo mismo, girando en un entorno similar al que ahora vives, en el momento en que te derrumbas y pides apoyo para levantarte, pero te das cuenta que no hay nadie, y que aun así moviendo cada hueso, cada músculo, lentamente te levantas sacando fuerzas de donde no tienes, y solo así seguirás en el camino, en ese camino largo y estrecho que te depara la vida, y que tendrás que afrontarlo quieras o no, te guste o no, total ¡que mas da!, ¿Son estas las palabras de un hombre abatido? Y en un momento de reflexión solo atinaras a decir ¡no! Son simples palabras de un hombre que aun le falta mucho por conocer y poco por vivir, con una simple consigna, aun cayendo en la resignación… tendrás que seguir adelante.

Por: Hilario Pilcomamani Vilca
FLCJ - ESCC

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