sábado, 29 de mayo de 2010

UNA ENTRE TANTAS HASTA NUESTRA GENERACION


Han transcurrido tantos años y hasta estos tiempos venimos recordando aquel fatídico día en donde nuestras fuerza aliadas, si se puede llamar así, fueron derrotadas y masacradas por el ejercito chileno, la batalla del alto de la alianza desencadenado un 26 de mayo de 1880, con la participación de tres países hermanos entre comillas, Chile el eterno enemigo, Bolivia país vecino con lazos de unión sobre todo en lo cultural, y nuestro querido Perú libre e independiente.

Como no referirnos a los grandes acontecimientos de nuestro Perú, el saber nuestra historia nos insta a conocer nuestro pasado, y mas aun si es de nuestra región, Tacna, en donde se desarrollo una de las mas crueles batallas por defender parte de una verdad y un conflicto que era ajeno a nosotros, cada 26 de mayo recordamos a nuestros héroes que lucharon por defender nuestro territorio, y siendo Tacna una de las ciudades mas azotadas por la balas y la sangre que corrió por ellas.

Hasta nuestra actualidad celebramos entre comillas, pues no, no habría que celebrar nada, pues la palabra correcta seria recordar, porque simplemente no se puede celebrar una derrota, se puede recordar si, alentando a nuestras generaciones un porvenir mucho mejor, ajeno a lo que ya nos toco vivir en el pasado, no estando presentes, pero con el recuerdo inmune a las grandes heridas que nos dejo todos estos acontecimientos.

Volver a recordar, decir las palabras de siempre nos llenan de orgullo y admiración por los valientes que cayeron en aquel campo de batalla, y es hasta un poco aburrido decir, lo mismo de siempre, pero como no saber y no entender la coyuntura del momento, los libros no mientes dicen algunos, en ellos nos narran casi con lujo de detalles los momentos que se vivieron, la inferioridad numérica de los soldados peruanos y bolivianos ante los chilenos, claro si se puede llamar soldados pues la gran mayoría era solo milicia, la escasez de armamentos, la mala alimentación de los nuestros, en fin todo empezó mal y termino peor.

Es tiempo ahora de la reflexión, también de la autocrítica, así como de la responsabilidad que se debió asumir a su debido tiempo, y es que no se puede entender la inoperancia y falta de sentido común de las altas autoridades comenzando desde los gobernantes de turno en ese momento de crisis, es precisamente ello lo que nos lleva a la reflexión para no imitar los mismos pasos de ellos, y es así como cambiaremos el rumbo de nuestra historia comenzando desde ahora, desde nuestra perspectiva y liderazgo.

Para finalizar, aun nos falta mucho por saber y entender el porque de esta cruenta guerra, el porque de la flagelación entre países entrecomillas hermanos, son muchas las historias pero una sola verdad y una cruel realidad, aquella que nos recuerda a cada momento, y que debemos superarlo no solo con palabras sino también con hechos concretos. La historia nunca se borrara, siempre estará allí, desde el punto de visto sociológico, somos nosotros los que le podemos dar un rumbo distinto.